Primer día en la universidad o en el colegio
El primer día de clase siempre genera cierto nerviosismo, incluso para los instructores experimentados. Ayuda tener una lista mental de objetivos a cumplir para que usted y sus alumnos salgan con la impresión de que el curso ha empezado bien.
Las primeras impresiones pueden ser duraderas, y suelen basarse en una pequeña porción de comportamiento. Antes incluso de que empiece a enseñar, sus alumnos ya habrán tomado algunas decisiones sobre usted, por lo que es importante entender en qué se basan esas impresiones y cómo gestionarlas.
Este es probablemente el objetivo más importante. Establecer claramente las expectativas empieza a orientar a los alumnos hacia el tipo de esfuerzo, aprendizaje, rendimiento y comportamiento en el aula que usted espera de ellos, y les ayuda a utilizar su tiempo de forma productiva. También ayudará a los estudiantes que estén buscando un curso para decidir si lo toman o no.
Los instructores inexpertos a veces cometen el error de dar lecciones a los estudiantes durante unas semanas, y luego intentan tener un debate cuando la primera gran unidad del curso está terminada, sólo para sorprenderse de la falta de participación de los estudiantes. Esto se debe a que los estudiantes ya han sido socializados para limitarse a escuchar en el curso.
Lo que ocurre el primer día de universidad
Contemplas todas las cosas que pueden salir bien -y mal- a lo largo del curso… ¿Conseguirás una buena nota? ¿Te ayudará el profesor? ¿Y si el material es aburrido y apenas puedes mantener los ojos abiertos?
Dependiendo de tu centro y de los cursos en los que estés matriculado, puede que estés rodeado de otros 100 estudiantes. Estas aulas de gran tamaño pueden ser duras, especialmente si te distraes con facilidad o quieres que se escuche tu voz.
Cuando digo que te presentes, me refiero a extender la mano al profesor que está a pocos metros de ti, no a enviarle un correo electrónico. Aunque los ordenadores y el mundo online han creado una plataforma útil para la comunicación, no necesariamente te hace destacar entre los demás estudiantes.
No digo que este tenga que ser tu lugar permanente, pero recomiendo encarecidamente sentarse allí durante el primer día de clases en la universidad porque te permite hacerte una idea de cuál es el estilo de enseñanza del profesor. Además, te pone en una mejor posición para prestar atención a lo que el profesor está diciendo.
Mi primer día en la universidad introducción
Tu primer día de clases en la universidad puede ser una experiencia estresante. Pero al igual que con todo el estrés que seguramente experimentarás en la universidad, puedes prosperar con una buena preparación. Aunque nunca se sabe lo que puede pasar o lo que puedes necesitar, hay algunas cosas que puedes hacer para prepararte para el éxito. Echa un vistazo a este kit de supervivencia para asegurarte de que estás preparado para todo.
Nada te impide explorar el campus antes de que empiecen las clases. No da una buena primera impresión a tu profesor si llegas tarde el primer día sólo porque te has perdido. Familiarízate con la escuela y traza el camino que quieres seguir para llegar a tus clases. Y si piensas ir en coche a la escuela, también puedes comprobar las plazas de aparcamiento disponibles. Sobre todo porque el aparcamiento del campus suele llenarse rápidamente, deberías averiguar dónde están todas tus opciones.
El inesperado chaparrón de finales de verano siempre amenaza con llegar. ¿Quién sabe? Puede que llueva a cántaros el primer día. Por si acaso, mete en la maleta un paraguas o un poncho aunque el pronóstico diga lo contrario. Yo nunca salí de casa sin un paraguas en mi mochila; siempre estaba ahí cuando lo necesitaba. Además, si tiendes a tener frío con facilidad, lleva una chaqueta ligera o una sudadera con capucha, porque en el aula puede hacer mucho frío.
Cómo sobrevivir al primer día de universidad
La universidad no es el instituto; es muy diferente. Se espera que seas más independiente que tus profesores del instituto. Tus padres no estarán allí para asegurarse de que estás levantado y listo para ir a tu clase de las 8 de la mañana.
Si entras en el aula sin estar informado, puede que no rindas al máximo y que pierdas oportunidades y plazos importantes requeridos para tu clase. Serás tu propio defensor a la hora de pedir aclaraciones sobre las tareas, estrategias de estudio y ayuda académica.
Tus cursos básicos te ayudarán a decidir tu especialidad o a perfilar tu camino hacia la escuela de posgrado. Más adelante pasarás a los cursos específicos de tu especialidad. Se recomienda la comunicación con tu asesor académico y tus profesores. Trabaja con tu instructor para encontrar prácticas u organizaciones estudiantiles que se ajusten a tu especialidad.
Si las mañanas te resultan difíciles, pon una alarma (o varias). Date tiempo suficiente para ponerte en forma para el día. Planea estar en tu aula 10 minutos antes de la hora de la clase. Si piensas desayunar (esto es recomendable) antes de la clase, date quince o veinte minutos más por si otros estudiantes tuvieran la misma idea.