Estructura de la hoja
Las células madre son células humanas especiales capaces de convertirse en muchos tipos de células diferentes. Pueden ser desde células musculares hasta células cerebrales. En algunos casos, también pueden reparar tejidos dañados. Los investigadores creen que las terapias basadas en células madre podrán utilizarse algún día para tratar enfermedades graves como la parálisis y la enfermedad de Alzheimer.
Células madre embrionarias. Las células madre embrionarias que se utilizan hoy en día en la investigación proceden de embriones no utilizados. Son el resultado de un procedimiento de fecundación in vitro. Se donan a la ciencia. Estas células madre embrionarias son pluripotentes. Esto significa que pueden convertirse en más de un tipo de célula.
Células madre adultas. Hay dos tipos de células madre adultas. Un tipo proviene de tejidos totalmente desarrollados, como el cerebro, la piel y la médula ósea. En estos tejidos sólo hay un pequeño número de células madre. Es más probable que sólo generen ciertos tipos de células. Por ejemplo, una célula madre procedente del hígado sólo generará más células hepáticas.
El segundo tipo son las células madre pluripotentes inducidas. Se trata de células madre adultas que han sido modificadas en un laboratorio para que se parezcan más a las células madre embrionarias. Los científicos informaron por primera vez de que las células madre humanas podían modificarse de este modo en 2006. Las células madre pluripotentes inducidas no parecen ser diferentes de las células madre embrionarias, pero los científicos aún no han encontrado una que pueda desarrollar todo tipo de células y tejidos.
Dos tipos de tallos
Algunas plantas pequeñas tienen tallos más duros, con ramas tupidas que crecen desde sus bases. Estas plantas se denominan arbustos. La rosa china, la datura, la rosa, etc., son algunos de los arbustos más comunes. Las plantas más grandes con troncos leñosos en forma de columna se llaman árboles. El mango, el baniano, la teca, etc. son algunos de los árboles más comunes. Enredadera Estas plantas no pueden sostenerse por sí mismas. Crecen a lo largo del suelo. Se llaman enredaderas. Los cacahuetes y las espinacas indias son algunas de las plantas rastreras más comunes. A menudo encontramos plantas con tallos débiles que crecen hacia arriba enrollándose alrededor de cualquier objeto firme. Estas plantas se conocen como trepadoras. La vid, la calabaza, la planta del dinero, etc., son algunas de las trepadoras.
Tallo del árbol
Los tallos tienen la función específica de facilitar la vida y el crecimiento del sistema vegetal del que forman parte. Aprende más sobre qué es un tallo, sus funciones, su estructura y los tipos de tallos en el mundo vegetal.
¿Qué son los tallos de las plantas? Los tallos son el tronco principal de una planta, o el eje primario que desarrolla las yemas y los brotes. Los tallos se dividen en nudos y entrenudos. Los nudos contienen al menos una hoja y yemas que pueden convertirse en ramas. Los entrenudos son los espacios entre los nodos. A menudo se confunden los tallos y los brotes. Los brotes se refieren al nuevo crecimiento de la planta, ya sea un tallo, una hoja o incluso una flor. Los tallos suelen estar por encima del suelo, pero hay algunas plantas que tienen tallos bajo tierra, como los bulbos o los tubérculos. Los tallos suelen tener ramas y hojas. Los tallos suelen ser redondos como un palo y pueden ser herbáceos o leñosos. Los tallos herbáceos son verdes y suelen doblarse. La mayoría de las plantas herbáceas son anuales, que deben plantarse cada año, ya que mueren durante el invierno, como las petunias, o perennes, como las peonías, que mueren en invierno, pero vuelven a brotar en primavera. Los tallos leñosos están cubiertos por la corteza, y a menudo no se doblan sin una fuerza tremenda. Suelen ser árboles y suelen vivir mucho tiempo.
¿Cuáles son los 4 tipos de tallos?
Los tallos son una parte del sistema de brotes de una planta. Su longitud puede variar desde unos pocos milímetros hasta cientos de metros. También varían en diámetro, dependiendo del tipo de planta. Los tallos suelen estar por encima del suelo, aunque los de algunas plantas, como la patata, también crecen bajo tierra. Los tallos pueden ser herbáceos (blandos) o leñosos. Su función principal es proporcionar soporte a la planta, sujetando hojas, flores y brotes; en algunos casos, los tallos también almacenan alimento para la planta. Un tallo puede no estar ramificado, como el de una palmera, o puede estar muy ramificado, como el de un magnolio. El tallo de la planta conecta las raíces con las hojas, ayudando a transportar el agua absorbida y los minerales a las diferentes partes de la planta. El tallo también ayuda a transportar los productos de la fotosíntesis (es decir, los azúcares) desde las hojas al resto de la planta.
Los tallos de las plantas, ya sean aéreos o subterráneos, se caracterizan por la presencia de nodos e internodos. Los nudos son los puntos de unión de las hojas, las raíces aéreas y las flores. La región del tallo situada entre dos nodos se denomina entrenudo. El tallo que se extiende desde el tallo hasta la base de la hoja es el pecíolo. Una yema axilar suele encontrarse en la axila (la zona entre la base de una hoja y el tallo), donde puede dar lugar a una rama o una flor. El ápice (punta) del brote contiene el meristemo apical dentro de la yema apical.