Comportamiento de los alumnos en las clases

Estrategias de gestión del comportamiento

Alyssa Rodríguez esperaba una readaptación difícil este año escolar. Esta trabajadora social de Chicago pensó que vería más estudiantes que se sentían ansiosos, frustrados por sus tareas escolares o desorientados por las rutinas desconocidas.  Un mes después de empezar el curso, dice que subestimó el reto que tenía por delante. Las derivaciones por comportamiento de los estudiantes han aumentado, ya que los alumnos de secundaria hieren los sentimientos de los demás con comentarios que normalmente sólo se atreverían a decir en Internet. Ella y otros trabajadores sociales han visto más peleas verbales y físicas, y los padres preocupados están llamando con preocupaciones sobre el temperamento más corto de lo habitual de sus hijos.  «Definitivamente es mucho más de lo que creo que cualquiera de nosotros estaba preparado mentalmente, aunque intentamos prepararnos para ello», dijo Rodríguez.  Las escuelas de todo el país dicen que están viendo un aumento en los comportamientos disruptivos. Algunos son obvios y visibles, como los estudiantes que destrozan los baños, se pelean por las redes sociales o salen corriendo de las aulas. Otros son llamadas de atención más silenciosas, como estudiantes que bajan la cabeza y se niegan a hablar.

Ejemplos de comportamiento

No hay una sola causa de las interrupciones en el aula, por lo que los recursos que se ofrecen aquí son intencionadamente amplios.    Los estudiantes pueden actuar por frustración, aburrimiento, problemas de salud mental o una variedad de otros impulsos, y sus acciones pueden reflejar aspectos de su vida personal tanto como del entorno del aula.    Es importante tener en cuenta esta variedad potencial, en la medida de lo posible, a la hora de abordar los problemas de comportamiento disruptivo.    Sin embargo, hay una serie de medidas proactivas que el profesorado puede tomar para minimizar la aparición de estos problemas y estar preparado para las situaciones que surjan.

Además, como ocurre con la mayoría de los consejos, lo que mejor funciona suele ser lo que mejor funciona para usted, así que piense en cómo encajan estas sugerencias con sus enfoques y puntos fuertes actuales.    Hemos reunido algunos de los recursos disponibles, pero le animamos a que hable con sus colegas, incluida la UTLC, sobre las particularidades de su situación.

Tal vez la tarea más difícil para un instructor es evaluar un problema de comportamiento en el aula con el fin de diagnosticar una respuesta adecuada.    No todas las situaciones serán obvias como amenazas a su seguridad o a la de los demás, ni todas las distracciones menores desaparecerán necesariamente por sí solas.    La diferencia entre una perturbación y un peligro puede ser difícil de juzgar en el momento, pero los siguientes recursos pueden ayudarle a prepararse para hacer esa evaluación y reaccionar de forma mesurada.

Comportamiento irrespetuoso en la escuela

Imagina que das clases a alumnos de segundo grado. Aunque la mayoría de los alumnos hacen lo que usted les pide, suele haber un alumno al que le cuesta comportarse adecuadamente. Ya sea que el individuo esté lanzando bolas de saliva a sus compañeros de clase o escondiendo los borradores de su pizarra, la pasión aparentemente implacable de este estudiante por encontrar formas nuevas y más innovadoras de causar caos lo tiene a usted al borde de la desesperación. En lugar de ceñirse a su plan de clases, usted gasta mucho tiempo y energía tratando de que todos vuelvan a la pista. Es agotador y pone en peligro el ambiente de aprendizaje.

Hay una serie de factores que pueden provocar un mal comportamiento de los alumnos. Los estudiantes que tienen problemas en casa o cuyos padres están pasando por un divorcio, por ejemplo, pueden sufrir depresión o estrés. El estrés infantil puede dar lugar a cambios de humor, disminución de la atención y comportamiento impulsivo, todo lo cual puede ser perturbador en el aula.

Los estudiantes que carecen de autoestima pueden comportarse mal en un esfuerzo por resistirse a participar en una actividad que podría conducir al fracaso. Por ejemplo, si los alumnos creen que van a obtener malos resultados en un examen, pueden hacer todo lo posible por evitarlo.

Comportamiento problemático

¿Qué hacer con ese alumno que continuamente elige portarse mal? Lo hemos intentado todo, pero nada le hace cambiar de opinión y está enviando un mensaje a los demás alumnos de mi clase de que tengo una norma de comportamiento diferente para él. Siento que discuto y regaño todo el día con él y ese no es el tipo de profesor que suelo ser.

Por desgracia, hay un chico así en casi todas las aulas. A menos que el alumno sólo se porte mal en su clase, el problema probablemente no sea con usted. No te lo tomes como algo personal y no sientas que eres la causa de los problemas de este niño. La forma en que usted decide interactuar con este niño ciertamente lo afecta e influye en su comportamiento, pero usted no puede controlarlo.

Recuérdate a ti mismo: No soy responsable de ninguna elección que no sea la mía. No soy responsable de la raíz de sus problemas y me niego a culparme por ellos. No voy a perder mi tiempo ni mi energía intentando controlar a otra persona. Me centraré en mis acciones y reacciones, y en ser el tipo de profesor que quiero ser.