Offred handmaid’s tale wiki
Uno de los principales aspectos del marxismo, es la jerarquía social que adopta la sociedad. La jerarquía es generada por el dinero y la función de los individuos en la sociedad. Podemos ver esto claramente en el cuento de las siervas. En la novela entendemos que todos los hombres están por encima de todas las mujeres sin importar el rango que tengan. Así que podemos dividir la jerarquía social en dos secciones, hombres y mujeres.
Hombres: los hombres de mayor rango son los «Comandantes de los Fieles», estos son los jefes de los hogares individuales, su único deber es reproducirse por lo que están dando una sierva. Se da a entender que suelen ser viejos y estériles. Luego están los «Ángeles», que son los soldados de la ciudad. Luchan principalmente en las guerras contra los forajidos y son los únicos que pueden ascender a la categoría de Comandante y recibir una sierva. Por debajo de los ángeles están los «Guardianes de la Fe». Suelen ser adolescentes que se encargan de la vigilancia general de la ciudad. Por último, están los «Ojos», que se encargan de detectar a cualquiera que vaya en contra del gobierno de Gilead.
Esposas el cuento de la sierva
Nada cambia instantáneamente: en una bañera que se calienta gradualmente morirías hervido antes de darte cuenta. Había historias en los periódicos, por supuesto, cadáveres en las cunetas o en los bosques, apaleados hasta la muerte o mutilados, intervenidos como solían decir, pero eran sobre otras mujeres, y los hombres que hacían esas cosas eran otros hombres. (Atwood 1985: 66)
El objetivo de esta tesis es demostrar que la historia de la novela de Margaret Atwood sigue teniendo una relevancia y un mensaje oportuno en lo que respecta a los roles de la mujer. Esta relevancia está especialmente relacionada con la toma gradual de Gilead que se destaca al principio y la falta de conciencia de la gente. El primer capítulo ofrecerá una breve visión de la historia y de las diferentes categorías de mujeres que se presentan en ella. A continuación, se examinará la situación de las mujeres en Estados Unidos en los años ochenta, para demostrar la actualidad de la novela en aquella época. En el siguiente capítulo, esta tesis pasará a la serie y examinará las diferencias entre la adaptación y el original. Una vez hecho esto, se tendrá en cuenta la situación actual de los Estados Unidos. De este modo, se podrá demostrar que el trasfondo feminista de The Handmaid’s Tale sigue contando con la aprobación de la sociedad actual. Finalmente, este trabajo demostrará que The Handmaid’s Tale sigue siendo relevante hoy en día, al igual que en los años 80, porque hace que el lector sea consciente del miedo subliminal a una posible reacción violenta en relación con los derechos de las mujeres.
La jerarquía del cuento de las siervas
La estructura social de casi todas las comunidades, desde el año 1600 hasta el presente, ha estado encabezada por una clase rica o gobernante. Muchas prácticas e instituciones dentro de la sociedad existen para asegurar que la clase dominante conserve su poder, a menudo marginando a otros grupos en el proceso. Este desempoderamiento puede lograrse a través de la belefacción religiosa y la negación de la educación, (como hicieron los blancos con los negros en América durante los años 1600 a principios de 1900) el uso de la propaganda y el adoctrinamiento, o simplemente a través de la explotación del miedo. En una sociedad estricta, como la de Gilead en The Handmaid’s Tale, se requiere la pasividad de los grupos marginados para que la clase dominante pueda inculcar sus ideales totalitarios y restricciones sociales a la ciudadanía. Los grupos desempoderados, como las Siervas (negros, nativos, etc.), son conscientes de su impotencia pero son incapaces de rectificar su situación. La hegemonía gileadea hace uso de prácticas sociales y culturales diseñadas con el propósito de reprimir cualquier resistencia o rebelión del pueblo contra su nuevo gobierno, ley e ideologías.
Enviar comentarios
Dado que Gilead se formó como respuesta a la crisis provocada por la drástica disminución de la natalidad, toda la estructura del estado, con sus adornos religiosos y su rígida jerarquía política, se construye en torno a un único objetivo: el control de la reproducción. El Estado aborda el problema de frente, asumiendo el control total del cuerpo de las mujeres mediante su subyugación política. Las mujeres no pueden votar, tener propiedades o trabajos, leer o hacer cualquier otra cosa que les permita volverse subversivas o independientes y así socavar a sus maridos o al Estado. A pesar de toda la retórica de Gilead a favor de las mujeres, esta subyugación crea una sociedad en la que las mujeres son tratadas como infrahumanas. Son reducidas a su fertilidad, tratadas como nada más que un conjunto de ovarios y un útero. En una de las escenas clave de la novela, Offred se tumba en la bañera y reflexiona que, antes de Galaad, consideraba su cuerpo como un instrumento de sus deseos; ahora, sólo es un montón de carne que rodea un vientre que hay que llenar para que sea útil. Galaad pretende privar a las mujeres de su individualidad para convertirlas en dóciles portadoras de la siguiente generación.