Gurú de la risa Yogui Ramesh
Mientras estoy tumbado en el suelo de madera estirado en Savasana (postura del cadáver), mi mente está en calma después de una hora de ejercicio vigoroso y respiración profunda. Las personas que me rodean están quietas y la habitación está en silencio, salvo por los sonidos de una inhalación y una exhalación lentas y suaves. Podrían ser los últimos momentos de cualquier clase de yoga. Pero entonces el hombre que está a mi lado suelta de repente una carcajada estruendosa. Al otro lado de la sala, una mujer suelta una carcajada en respuesta. Pronto, toda la sala se llena de sonidos: risas y carcajadas, carcajadas sinceras y aullidos. No es una clase cualquiera. Es el yoga de la risa.
Toda la tarde ha estado llena de estas erupciones, algunas espontáneas y otras programadas. De hecho, Madan Kataria, el líder de esta clase de Yoga de la Risa, ha prometido hacernos reír a todos más fuerte, más profundamente y más plenamente de lo que nunca nos hemos reído antes.
Kataria, médico de Mumbai (India), es el fundador y principal proselitista del yoga de la risa, un movimiento que desde 1995 ha generado 5.000 clubes de la risa -en los que la gente se reúne regularmente sólo para reír- en todo el mundo. Hasta la fecha sólo hay unos 200 clubes en Estados Unidos, entre ellos los de Atlanta, Nueva York, Orlando (Florida), San Luis y Tucson (Arizona). Pero Kataria espera cambiar esta situación en los próximos años, formando a más profesores. «Nuestro objetivo es construir una comunidad internacional de personas que crean en el amor y la risa», dice Kataria.
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El yoga de la risa (Hasyayoga) es un ejercicio moderno que implica la risa voluntaria prolongada. Este tipo de yoga se basa en la creencia de que la risa voluntaria proporciona beneficios fisiológicos y psicológicos similares a los de la risa espontánea[cita requerida] Se suele realizar en grupo, con contacto visual y mucho juego entre los participantes. La risa intencionada suele convertirse en una risa real y contagiosa.
El yoga de la risa fue popularizado por el médico de familia Madan Kataria, que modernizó y simplificó el trabajo de los pioneros de la risa anteriores, [1] que enseñaron conceptos muy similares a partir de la década de 1960. Madan Kataria escribió sobre su experiencia en su libro de 2002 Laugh For No Reason [2].
Las sesiones de yoga de la risa pueden comenzar con técnicas suaves de calentamiento que incluyen estiramientos, cánticos, palmas, contacto visual y movimiento corporal, para ayudar a romper las inhibiciones y fomentar la sensación de juego. Se utilizan ejercicios de respiración para preparar los pulmones para la risa, seguidos de una serie de «ejercicios de risa» que combinan el método de actuación y las técnicas de visualización con el juego. Los ejercicios de risa se intercalan con los de respiración[6].
La risa es una buena medicina
El yoga de la risa, o hasyayoga, como se llama tradicionalmente, se basa en la creencia de que la risa voluntaria proporciona los mismos beneficios fisiológicos y psicológicos que la risa espontánea. «El yoga de la risa es una práctica basada en la atención que está diseñada para crear y mantener una energía positiva, en la que elegimos reír por todos los increíbles beneficios para la salud», explica McGinley. «¡Es tan sencillo como inspirar y reírse!». Teniendo en cuenta el estrés y la seriedad que caracterizan nuestra vida adulta, parece acertado añadir una actividad que pretende deliberadamente que nos aflojemos y nos aligeremos.
«Los ejercicios de la risa son superfáciles, juguetones, alegres, infantiles, divertidos y diseñados para llevarnos a la risa», dice McGinley. El trabajo de respiración, como el que se utiliza en los estilos más tradicionales de yoga, implica una respiración profunda del vientre o del diafragma.
«El objetivo principal es conseguir que las exhalaciones sean más largas que las inhalaciones para llevarnos a un estado de calma y salud, y la forma más rápida y eficaz de hacer que nuestras exhalaciones sean más largas es reírse», explica McGinley. «Se deshace de todo el aire estancado y viciado en los pulmones y ayuda al sistema nervioso parasimpático a relajar el cuerpo y la mente».
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